domingo, 1 de octubre de 2017

SALUD Y DEPORTE DE ÉLITE: ¿INCOMPATIBLES?




La palabra ELITE significa ”minoría selecta”, por lo que llevado al deporte, esta élite sería un pequeño grupo de personas que han llegado al nivel de dominio más alto en una disciplina deportiva, cuya alta tecnificación han conseguido alcanzar.
Un deportista de élite se distingue de uno amateur, porque recibe remuneración económica por sus logros deportivos, con la publicidad, premios, etc… Pero sobre todo, ser deportista de élite lo marcan unos resultados: alcanzar una marca mínima en atletismo, o jugar en primera división en el fútbol, por ejemplo.

En términos generales, en el deporte de élite se supera sobradamente el umbral de la salud, ya que en muchas ocasiones los deportistas, sean hombres o mujeres, anteponen el conseguir resultados a su propia salud,  ya sea por sobreentrenamiento o por usar sustancias prohibidas para lograrlo.

Ser deportista de élite exige ser practicante 24 horas al día, 365 días al año. Esto no sólo implica el entrenamiento per se, también incluye la alimentación, ausencia de descansos prolongados o vida social. Puede que te cuides más, pero sometes a tu cuerpo a muchos excesos. Esto nos lleva al tema del sobreentrenamiento. No siempre más es mejor, y esto debería ser el mantra de cualquier deportista. Podríamos entrar en temas de ansiedad o depresión por exceso de entrenamiento, pero en este post nos centraremos en temas físicos.

Entrenar en exceso tendrá un perjuicio sobre nuestro cuerpo. A nivel óseo, habrá desgaste excesivo en las articulaciones por impacto o movimientos repetitivos según el deporte, eso nos llevará a lesiones, patologías crónicas, dolores o aparición de desgaste prematuro del sistema óseo, entre otras cosas, incidiendo particularmente en las articulaciones ya que son una parte de la anatomía muy compleja, formadas por una variedad amplia de estructuras (meniscos, cartílagos, ligamentos, etc). Un ejemplo muy representativo serían los y las gimnastas, ya que es una de las disciplinas que llevan más al límite el sistema articular.

A nivel muscular, la falta del descanso puede llevar a la falta de oxigenación del músculo, que derivará en posibles lesiones que, en principio, pueden ser pequeñas o imperceptibles y a las que, muchas veces, no se le da importancia que merecen, pero que a la larga podrían llevar a la rotura del músculo u otras lesiones. Como ejemplo tenemos el atletismo, el tenis, o el ciclismo, que son deportes que requieren siempre una serie de movimientos repetitivos, tanto a la hora de entrenar como de ejecutar en la competición; la reiterada realización de estos movimientos derivarán en lesiones tan conocidas cono el codo de tenista, el Osgood-Schlatter en el corredor, o en las clavículas de ciclistas que abusan del asfalto.



Otra lacra del deporte en relación al detrimento de la salud es el dopaje. Estas sustancias ponen el cuerpo al límite, cosa que acarreará consecuencias muy graves, no solo en el desgaste físico de estructuras corporales,  si no por el futuro funcionamiento indebido de órganos como el hígado, bazo, medula ósea, etc. Un ejemplo muy sencillo y fácil de entender es el uso de la eritropoyetina, utilizada para que la médula segregue más glóbulos rojos, cuya función es la de llevar oxigeno por todo el cuerpo, por ende habrá más oxigenación muscular que se traducirá en mayor rendimiento deportivo. Los órganos una vez dañados es muy difícil recuperarlos, aunque el cuerpo regenera células todo tiene un límite.

Cabe señalar que habría que hacer una puntualización casi deporte por deporte, porque un luchador (karate, boxeo) entrena muchas horas, pero no combaten durante mucho tiempo, no es así, por ejemplo, en un triatleta; o no es lo mismo las secuelas de retirarse con 30 años habiendo sido gimnasta que futbolista. Así que, en términos generales, es difícil aunar competición de élite y salud, ya que todo llevado al límite o al extremo es malo, aunque sea beber agua. 

¡Nos leemos en el siguiente post!


[Imágenes tomadas de internet]


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